Muchas veces, como en otras circunstancias de la vida, también con la música uno se deja llevar por los prejuicios. Un ejemplo me sucedió cuando, al publicarse el disco que nos ocupa (en septiembre de 2011), no le presté la mas mínima atención, pensando que sería otro álbum de relleno en la irregular discografía de Clapton de las tres últimas décadas.
Pero recientemente, y gracias a esas fabulosas ofertas del Corte Inglés, decidí comprarlo. Tras escucharlo, la sorpresa fue muy grata, de ahí a recomendarlo, no solo a los fans de ‘Slowhand’, sino también a los amantes del jazz de New Orleans.
Y es que, lejos de parecer otra vuelta de tuerca de Eric Clapton en directo, de lo que podemos disfrutar es de una increíble banda de jazz en la que el una vez considerado ‘Dios’ encaja a la perfección sin mayor protagonismo.
Temas clásicos y tradicionales con el auténtico sello de New Orleans (encabezado por el mismísimo Marsalis), incluso en la original interpretación de “Layla”, y la siempre grata colaboración de otro grande como Taj Mahal. Y es que, en este caso, se puede aplicar la premisa de que (Clapton) cuanto más viejo, más sabio. No volveré a desconfiar, Mano Lenta...
Text: Sandro "Soulman"
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